miércoles, 7 de mayo de 2014

ÍNDICE DE CONTENIDOS


  1.   Protocolos analgesia del parto     
  2.  Protocolo de manejo de la punción accidental de la duramadre con aguja de  Touhy
  3.  ¿Cómo minimizar la infección al realizar bloqueos neuroaxiales en obstetricia?
  4. Tromboprofilaxis y analgesia/anestesia neuroaxial en la paciente obstétrica
  5.   Competencias para Residentes de Anestesiología en su rotación por analgesia   obstétrica
  6.  Contenidos de la rotación por analgesia obstétrica

PROTOCOLOS ANALGESIA DEL PARTO

SERVICIO DE ANALGESIA Y ANESTESIA OBSTÉTRICA DE LA CÁTEDRA DE ANESTESIOLOGÍA

Se enumeran los protocolos elaborados por nuestro Servicio.
Básicamente, se trata de un algoritmo de decisiones basadas en la evidencia que toman en cuenta:
1.       TÉCNICAS:
a.       Peridural,
b.      Combinada (espinal/epidural),
c.       Espinal (Raquídea)
2.       FÁRMACOS:
a.       Bupivacaína
b.      Ropivacaína
3.       MANTENIMIENTO:
a.       Bolos,
b.       Infusión continua,
c.        Infusión continua + PCA
4.       PACIENTE
a.       Paridad
b.      Situación obstétrica
c.       Dolor

PARIDAD

DILATACIÓN (cm)

DOLOR (EVA)
TÉCNICA 
Nulípara
3
Severo 8
COMBINADA
Nulípara
3
Moderado ≤ 7
PERIDURAL
Multípara
5
Moderado a intenso ≥ 7
COMBINADA
Multípara
9 – 10 (parto inminente)
9 - 10
RAQUÍDEA
Nulípara o multípara
≤ 3
≥ 7 (preparto doloroso)
PERIDURAL

①   PERIDURAL BUPIVACAÍNA MANTENIMIENTO BOLOS
·         Inducción: Bupivacaína 0,125% 8 ml + Fentanil 50 mcg por catéter epidural
·         Mantenimiento: Bolos de Bupivacaína 0,125% 8 ml por catéter epidural

②  PERIDURAL BUPIVACAÍNA MANTENIMIENTO INFUSIÓN CONTINUA
·         Inducción :  BUPIVACAÍNA 0,125% 8 ml + FENTANIL 50 mcg por catéter epidural
·         Mantenimiento infusión continua de BUPIVACAÍNA al 0,1%:
·         Preparación de la infusión:
o    BUPIVACAÍNA 0,5%  20 ml
o   FENTANIL   2 ml
o   SF   78
·         Tasa de infusión 6 – 8 ml /h

  ③  COMBINADA BUPIVACAÍNA MANTENIMIENTO BOLOS
  • ·         Inducción espinal: BUPIVACAÍNA isobárica 2 mg + FENTANIL 10 mcg
  • ·         Mantenimiento:  Bolos de Bupivacaína 0,125% 8 ml por catéter epidural


④   COMBINADA BUPIVACAÍNA  MANTENIMIENTO INFUSIÓN CONTINUA
  • ·         Inducción espinal BUPIVACAÍNA isobárica 2 mg + FENTANIL 10 mcg
  • ·         Mantenimiento BIC:  Infusión continua de BUPIVACAÍNA al 0,1% + Fentanil 2 mcg/ml
  • ·         Tasa de infusión 6-8 ml/h


⑤   PERIDURAL  ROPIVACAÍNA MANTENIMIENTO BOLOS
  • ·         Dosis de inducción peridural: Ropivacaína 0,2% 8 ml + Fentanil 50 mcg por catéter epidural
  • ·         Mantenimiento: bolos de Ropivacaína al 0,15% por catéter epidural
  • ·         Preparación bolos:

o   Ropivacaína 0,75% 1,6 ml + SF 6,4 ml

 ⑥   PERIDURAL ROPIVACAÍNA MANTENIMIENTO INFUSIÓN CONTINUA
·         Dosis de inducción peridural: Ropivacaína 0,2% 8 ml + Fentanil 50 mcg por catéter epidural
·         Mantenimiento infusión continua de ROPIVACAÍNA al 0,15%
·         Preparación de la infusión
o   ROPIVACAÍNA 0,75%   10 ml
o   FENTANIL   2 ml
o   SF   48 ml
·         Tasa de infusión 6 – 8 ml /h

  ⑦   COMBINADA ROPIVACAÍNA MANTENIMIENTO BOLOS
·         Dosis de inducción espinal: ROPIVACAÍNA 0,2%  4 mg (2 ml) + FENTANIL 10 mcg
·         Mantenimiento bolos peridurales de  ROPIVACAÍNA al 0,15%
·         Preparación bolos:
o   Ropivacaína 0,75% 1,6 ml + SF 6,4 ml

⑧    COMBINADA ROPIVACAÍNA MANTENIMIENTO INFUSIÓN CONTINUA
·         Dosis de inducción espinal ROPIVACAÍNA 0,2%  4 mg (2 ml) + FENTANIL 10 mcg
·         Mantenimiento infusión continua de ROPIVACAÍNA al 0,15%
·         Preparación de la infusión
o   ROPIVACAÍNA 0,75%   10 ml
o   FENTANIL   2 ml
o   SF   48 ml
·         Tasa de infusión 6 – 8 ml /h

⑨    INTRAESPINAL (RAQUÍDEA) BUPIVACAÍNA
·         Inducción espinal BUPIVACAÍNA isobárica 2 mg + FENTANIL 10 mcg

⑩    INTRAESPINAL (RAQUÍDEA) ROPIVACAÍNA
·         Dosis de inducción espinal ROPIVACAÍNA 0,2%  4 mg (2 ml) + FENTANIL 10 mcg

⑪    PCA BUPIVACAÍNA
·         Utilizar en protocolos peridural o combinada
·         Dosis de inducción (peridural o espinal) igual a protocolos correspondientes
·         Mantenimiento
o   Infusión continua 5 ml/h Bupivacaína 0,1%
o   PCA: bolo autoadministrado de 8 ml Bupivacaína
o   Tiempo de bloqueo PCA 30 minutos
o   Dos dosis de PCA/hora

⑫    PCA ROPIVACAÍNA
·         Utilizar en protocolos peridural o combinada
·         Dosis de inducción (peridural o espinal) igual a protocolos correspondientes
·         Mantenimiento
o   Infusión continua 5 ml/h Ropivacaína al 0,15%
o   PCA: bolo autoadministrado de 8 ml Ropivacaína
o   Tiempo de bloqueo PCA 30 minutos
o   Dos dosis de PCA/hora

ANALGESIA EPIDURAL OBSTÉTRICA QUE CULMINA EN CESÁREA

Si la paciente está con protocolo de Bupivacaína:
BUPIVACAÍNA 0,5% 60 a 75 mg (12 a 15 ml)

Si la paciente está con protocolo de Ropivacaína
ROPIVACAÍNA 0,75% 75 mg (10 ml)

Si la cesárea es muy urgente y se prevé tiempo mínimo de inicio de acción del AL
LIDOCAÍNA 2% 12 a 15 ml

Una vez extraído el bebé, y para analgesia postoperatoria

MORFINA 1‰  4 mg (4 ml/ 2 ampollas)

PROTOCOLO DE MANEJO DE LA PUNCIÓN DURAL ACCIDENTAL ADVERTIDA CON AGUJA EPIDURAL (Tuohy o Weiss)


I) PROFILAXIS DE CPPD ACCIDENTAL ADVERTIDA

1.      Se objetiva salida de LCR por aguja de Touhy. Reintroducir lentamente el LCR perdido contenido en la jeringa.
2.      Insertar CATETER a través del agujero dural causado por la aguja y realizar analgesia espinal para el trabajo de parto o en caso de operación cesárea, realizar anestesia raquídea por el mismo. (Se adjuntan protocolos para ambas situaciones)
3.      Dejar catéter intratecal colocado, sellado, cerrado y rotulado (“no usar”) por 24 horas luego de la punción.
4.      Asociar tratamiento farmacológico profiláctico:
-          Hidrocortisona 100 mg cada 8 horas (3 dosis)
-          cefazolina 2 grs dosis única

5.      Seguimiento diario de la paciente evaluando aparición de cefalea y severidad de la misma.

II) TRATAMIENTO DE LA CEFALEA POST PUNCION DURAL

En caso de aparición de CPPD  advertida con aguja de Touhy o post punción raquídea 
·         Reposo según necesidad de la paciente. (La evidencia no muestra  beneficios  en relación al reposo  absoluto ni la reposición hídrica)
·         Paracetamol cafeína (Mejoral cafeína®) o Ibuprofeno cafeína (Perifar cafeína®) v/o:dosis diaria de cafeína 300 mgs. La dosis de cafeína por comprimido es de 50 mg; por lo que es necesaria la administración de 6 comprimidos/día para alcanzar el nivel terapéutico
·         Ketoprofeno 100 mg i/v cada 8 hs.
·         Si la paciente presenta dolor intenso, agregar tramadol 100 mgs i/v en 100 cc de SF a pasar en 30 minutos y ondansetron 8 mgs.
·         Cefalea severa que persiste a pesar del tratamiento médico por 48-72 hs tiene indicación de parche hemático peridural con 15ml de sangre autóloga o volumen limitado a la aparición de dolor dorsal, realizado en estrictas condiciones de asepsia por dos operadores.
·         De no ser efectivo, se solicitara RNM de cráneo y columna urgente con el fin de descartar causas secundarias
·         Si se descartan causas secundarias y persiste la cefalea se puede realizar un segundo parche epidural hemático.

PROTOCOLO ANALGESIA DEL PARTO POR CATÉTER INTRATECAL.
En estrictas condiciones de asepsia.
Dosis inicial de 2 mg bupivacaína isobárica con  fentanyl  10 gamas y luego inicio de  infusión continua de bupivacaina isobárica al 0,1% mas fentanilo 2 mcg por ml a  razón de 3 ml/hora.

PROTOCOLO ANESTESIA ESPINAL PARA CESÁREA EN PACIENTE CON CATÉTER INTRATECAL
Inyectar una dosis de 5 mg (1 ml) de Bupivacaína isobárica más Morfina 100 mcg evaluando el nivel hasta alcanzar un D4. Recordar que la paciente venía recibiendo una infusión continua por el catéter por lo que no es necesario realizar una dosis completa para cesárea.
La analgesia postoperatoria se manejará con la Morfina espinal más analgesia intravenosa con AINES en infusión continua. NO SE UTILIZARÁ EL CATÉTER ESPINAL PARA ANALGESIA POSTOPERATORIA.


martes, 6 de mayo de 2014

 ¿CÓMO MINIMIZAR LA INFECCIÓN AL REALIZAR BLOQUEOS NEUROAXIALES EN OBSTETRICIA?

Medidas con el objetivo de prevenir la infección neuroaxial ,están siendo cada vez más el centro de atención de diversos estudios.
Afortunadamente la baja frecuencia con que se presenta esta complicación hace muy difícil poder contar con estudios randomizados con evidencia científica suficiente. (1,2).
Los puntos detallados a continuación y en el orden descrito, son los principales a tener en cuenta para prevenir las infecciones neuroaxiales:
1) Gorro y Tapabocas
El empleo de tapabocas disminuye notoriamente la dispersión de bacterias de la boca y nariz del operador .(3,4).
Hay evidencia clara del empleo de tapabocas para la realización de técnicas espinales, con mayor relevancia dada la posibilidad de punción accidental de duramadre. (2).
El tapabocas debe ser : colocado correctamente cubriendo nariz y boca, de buena calidad y debe ser sustituido con frecuencia al menos una vez entre cada paciente . (5,6).
Sin evidencia suficiente, se ha visto que el no empleo de gorro aumenta el número de bacterias en las salas de flujo laminar. Por lo cual se recomienda su uso en éstas técnicas.(7,8).
2) Retirar anillos y accesorios de las manos
La presencia de anillos disminuye significativamente la efectividad del lavado de manos.(2,6).
3) Lavado de manos
El correcto lavado de manos posee mayor importancia que el uso de guantes estériles.(6,9).
Las manos son el principal medio de trasmisión de microorganismos entre pacientes.
El lavado de manos con agua y jabón remueve bacterias , pero no es efectivo para matar a las mismas. (2,8).
4) Sobretúnica estéril
Previene la contaminación cruzada entre pacientes .(2), evitando el contacto del material estéril con la ropa del operador. (6,8).
5) Guantes estériles
El empleo de los mismos no sustituye el correcto lavado de manos (2). Deben ser de un solo uso, colocados inmediatamente antes de realizar el procedimiento y retirados al terminar el mismo. (6,8).
6) Limpiar ampliamente la espalda de la paciente, al menos dos veces con clorhexidina alcohólica
La vía de contaminación suele ser intrínseca o extrínseca. La intrínseca (hematógena) habitualmente se relaciona con el terreno de la paciente y los gérmenes habitualmente hallados son Staphylococcus aureus, Streptococcus, Escherichia Coli y Pseudomona Aeruginosa.
La vía extrínseca incluye la invasión de bacterias de la piel a través de agujas, jeringas, catéteres o anestésicos locales.
La migración de las bacterias de la piel al realizar la punción es la principal fuente de contaminación peridural.
Muchos estudios han mostrado que éstas bacterias persisten en la superficie de la piel luego de aplicar varias soluciones antisépticas .
La detección de éstos organismos afirma la teoría que las agujas arrastran los patógenos al espacio peridural y lo mismo sucede al introducir el catéter .
El microorganismo hallado con mayor frecuencia en la superficie de la piel es el Staphylococcus epidermidis ( 65-69% de la flora de la piel ) sin embargo el S.aureus ( 1-2% de la flora de la piel) es el microorganismo prevalente en las infecciones neuroaxiales (2).
Esta discrepancia sugiere que S .aureus es más resistente al desinfectante que otros microorganismos o que el efecto bactericida de ciertos desinfectantes no actúa tan rápido como para prevenir la inoculación al espacio neuroaxial en el momento de la punción. (2).
Se ha visto que éstas bacterias se localizan profundamente en los folículos pilosos y en orificios de las glándulas sebáceas, sitios donde no es fácil acceder a los desinfectantes.
Por todo ésto, las soluciones antisépticas con alcohol capaces de penetrar la capa córnea son recomendadas (2).
La clorhexidina 0,5% con alcohol 70% parece ser más efectiva y con mayor duración que otros productos. (2).
El alcohol actúa rápidamente (30 segundos) y tiene la ventaja de dejar la piel seca, y la adición de clorhexidina tiene la ventaja de dejar un efecto residual sobre la piel. (2).
La actividad antiséptica del alcohol ocurre por la desnaturalización de las proteínas y por la retirada de los lípidos, inclusive de la cápsula de algunos virus. Para llegar a la actividad germicida máxima, el alcohol debe ser diluido en agua, lo que posibilita la desnaturalización de las proteínas. La concentración recomendada para alcanzar una mayor rapidez microbicida es de un 70%. Sin embargo algunas características del alcohol limita su uso : es volátil, y de rápida evaporación a temperatura ambiente ; es altamente inflamable y posee muy poca o casi ninguna actividad residual en superficies. El antiséptico que más satisface las exigencias es el alcohol en combinación con gluconato de clorhexidina.
La clorhexidina es un potente germicida, cuando se añade al alcohol, acelera ese efecto. Se adhiere al extracto córneo de la piel, lo que le da una acción prolongada (6).
Es importante desinfectar la piel al menos dos veces, permitiendo que la solución seque entre ambas aplicaciones .
La clorhexidina si penetra al neuroeje puede producir importantes complicaciones como meningitis química y aracnoiditis adhesiva, debido a ésto ha caído en desuso la clorhexidina al 2 % como antiséptico del sitio de punción, siendo de elección al 0,5%.   (2,10,11).
Los excesos de desinfectantes son retirados de la piel con gasa estéril antes de puncionar.
Se debe tener mucha precaución en que los guantes y las agujas no se contaminen con los desinfectantes. (12).
7) Empleo de material estéril
Se debe emplear suficiente y adecuado material estéril cubriendo el área próxima a trabajar, evitando así que ningún elemento se contamine previo a la entrada al espacio subaracnoideo.(2).
Se sugiere manipular lo menos posible las agujas y el cateter. Lo ideal es no puncionar la piel más de tres veces.(13).
8) Filtros Bacterianos
El empleo de filtros bacterianos es una valiosa herramienta para prevenir la colonización peridural.  Beneficios mayores se han visto cuando el catéter permanece colocado por más de 24 horas. En general los filtros tienen dos propósitos : prevenir el ingreso de material extraño al espacio peridural y también filtrar bacterias. (2).


RECOMENDACIONES PARA MINIMIZAR INFECCIÓN AL REALIZAR BLOQUEOS NEUROAXIALES EN OBSTETRICIA.-

1) EXTRAER ANILLOS Y RELOJ PREVIO AL LAVADO DE MANOS.

2) EMPLEAR GORRO Y TAPABOCAS EN FORMA CORRECTA, CAMBIANDOLO ENTRE CADA PACIENTE.

3) LAVADO ADECUADO DE MANOS.

4) SOBRE TÚNICA Y GUANTES ESTÉRILES.

5) LIMPIAR AMPLIAMENTE LA ESPALDA CON CLORHEXIDINA 0,5% CON ALCOHOL 70% AL MENOS 2 VECES. DEJAR SECAR.

6) COLOCAR CAMPOS ESTÉRILES EVITANDO ASÍ LA CONTAMINACIÓN DEL MATERIAL.

7) EL AYUDANTE DEBE USAR TAPABOCAS Y GUANTES ESTÉRILES.

 BIBLIOGRAFÍA.
1) Mckenzie AG, Darragh K. A national survey of prevention of infection in obstetric central neuroaxial blockade in the UK. Anaesthesia 2011,66;497-502.
2) Hebl JR. The importance and implications of aseptic techniques during regional anesthesia . Reg Anesth Pain Med 2006,31 ; 311-23.
3) Mc Lure HA, Talboys CA, Yentis SM, et al. Surgical face masks and downward dispersal of bacteria. Anesthesia 1998,53;624-6.
4) Robles M, Rojas M. Meningitis tras anestesia y analgesia espinal. Rev.Soc Esp Dolor 2013;20 (4): 186-190.
5) Couzigov C, Voung TK ,Botherel AH et al. Iatrogenic Streptococcus salivarius meningitis after spinal anaesthesia need for strict application of standard precautions. J Hosp Infect 2003,53(4);313-4.
6) Regina C, Martins N , Martins D. Recomendaciones de la Sociedad Brasilera de Anestesiología para la Seguridad en Anestesia Regional. Rev. Bras .Anestesiol 2011,61(5);366-381.
7) Hubble MJ,Weale AE, Perez JV et al. Clothing in laminar flow operating theatres. J Hosp Infect 1996,32;324-7.
8) Gemell L, Birks R. Infection Control in Anaesthesia. Anaesthesia 2008,63;1027-36.
9) Hepner DL. Gloved and masked- will gowns be next ? The role of asepsis during neuroaxial instrumentation. Anesthesiology 2006,105;241-3.
10) Scott M, Stones J, Payne N. Antiseptic solutions for central neuroaxial blockade: which concentration of chlorhexidine in alcohol should we use ? . Br J Anaesth.2009,103(3);456-62.
11) Killen T, Kamat A, Walsh D,et al. Severe adhesive arachnoiditis resulting in progressive paraplegia following obstetric spinal anaesthesia ; a case report and review. Anaesthesia 2012 ;67:1386-94.
12) Asepsia en la anestesia regional .Departamento y Cátedra de Anestesiología.
13) Orlikowski C, Majedi P, Keil A. Bacterial contamination of epidural needles after multiple skin passes. Br J Anaesth.2002,89;922-924.













lunes, 5 de mayo de 2014

TROMBOPROFILAXIS Y ANALGESIA/ANESTESIA NEUROAXIAL EN LA PACIENTE OBSTÉTRICA

La paciente obstétrica es candidata frecuente a analgesia/anestesia neuroaxial (ANA). Si bien la incidencia de hematoma espinal en este grupo de pacientes, es más bajo que en el resto de la población, este riesgo aumenta en aquellas embarazadas que cursan con algún déficit de la coagulación, especialmente si son candidatas a anestesia peridural continua (APC). Las alteraciones de la coagulación más frecuentes en esta población son las derivadas del uso de tromboprofilácticos y el déficit plaquetario.
Las pacientes obstétricas son habitualmente pacientes sanas, sin embargo son una población de mayor riesgo de desarrollar enfermedad tromboembólica, dado el estado procoagulante fisiológico que está presente a fines del embarazo y durante el puerperio. No todas las pacientes tienen indicación de tromboprofilácticos, pero sí las embarazadas con antecedentes de trombofilias, de trombosis previas, obesidad, reposo prolongado, etc. Las recomendaciones actuales en relación a ANA y los diversos tromboprofilácticos son las mismas que las descritas para el resto de los pacientes quirúrgicos (Grado 2C).

Los pacientes que reciben antiagregantes y/o anticoagulantes y son candidatos a anestesia regional, tienen mayor riesgo de desarrollar hematoma espinal (HE), por lo que la aplicación de estas técnicas debe seguir un criterio riguroso de riesgo/beneficio.
El HE tuvo una incidencia históricamente baja hasta la década del noventa en que posterior a la incorporación de las heparinas de bajo peso molecular (HBPM) se produce un alarmante aumento de su incidencia. De 1 hematoma espinal cada 150.000 - 200.000 técnicas regionales se llegó a 1 x 3000-5000 en la población sometida a cirugía ortopédica. La incidencia en la actualidad es desconocida.
Los factores de riesgo frecuentemente involucrados en el desarrollo de un hematoma espinal son los siguientes:
1)     Coagulopatías (ya sea por patologías o por efecto farmacológico)
2)  Técnica regional utilizada: la técnica más frecuentemente involucrada fue la peridural  continua con catéter. El aumento de la incidencia secundario a la técnica peridural, no sólo se explica por el uso de agujas de mayor diámetro, sino también por el uso de catéteres peridurales que quedan ubicados en un lugar que posee abundantes plexos venosos. Los catéteres peridurales no sólo pueden traumatizar vasos directamente, sino que también originar desprendimiento de coágulos, secundario a pequeños desplazamientos, lo que puede aumentar el riesgo de hematoma, en pacientes con alteración de la  hemostasia. Es importante destacar que casi la mitad de los hematomas asociados a Anestesia Peridural continua, han ocurrido en relación al retiro del catéter, por lo que se establece que este evento no es del todo inocuo y es de exclusiva responsabilidad del Anestesiólogo.
3)      Punción traumática (hemorrágica), punción dificultosa
4)      Patologías o anormalidades anatómicas: la patología en sí no constituye un mayor riesgo, pero sí el hecho de realizar una punción más traumática, en pacientes que están bajo acción de antinflamatorios y que a la vez poseen un canal medular más estrecho, condición que produciría compresión medular más precozmente
5)      Edad avanzada
6)      Sexo femenino

El cuadro clínico de un HE es variable, ya que el orden de aparición de síntomas no siempre es igual y no siempre están todos presentes: dolor lumbar tipo radicular que generalmente es muy intenso y no cede con medidas analgésicas habituales, déficit motor, déficit sensitivo, disfunción vesical. EL diagnóstico se realiza por Resonancia Nuclear Magnética. El tratamiento que hasta el momento ha demostrado ser más eficaz es la descompresión por laminectomía. Los resultados neurológicos dependen de la rapidez con que se desarrolle la compresión, del tamaño y extensión del hematoma, del compromiso neurológico existente y lo más importante, del tiempo transcurrido desde el inicio de la sintomatología hasta el momento de la descompresión. Este período no debería superar las 8 horas ya que la mayoría de los pacientes que han evolucionado favorablemente desde el punto de vista neurológico se han descomprimido en ese período.
  •  Las recomendaciones provenientes de la Sociedad Americana de Anestesia Regional (ASRA) consideran que la asociación de anestesia/analgesia neuroaxial (ANA)  e inhibidores de la enzima ciclooxigenasa (aspirina/otros AINEs), no constituye mayor riesgo para hematoma espinal, ya sea anestesia raquídea o peridural, por lo que no existen recomendaciones específicas en cuanto a intervalos de seguridad de suspensión de estos fármacos (Grado 1 A).
  • Los pacientes que están bajo efecto de aspirina u otros AINEs y además reciben otra droga que altere la coagulación en el período perioperatorio, no deberían recibir ANA ya que se potencia el efecto anticoagulante y existe mayor riesgo de hematoma espinal (Grado 2C).
  • En caso excepcional de uso de Clopidogrel o Ticlopidina, se sugiere realizar ANA una vez recuperada la función plaquetaria, lo que se logra suspendiendo Ticlopidina (Plaquetic ®) 10-14 días y Clopidogrel (Plagrel ®) 7 días.
  • Si un paciente está bajo acción de HBPM en el período preoperatorio debe asumirse una alteración de la coagulación y no debería practicarse ANA hasta 10-12 hrs.de la última dosis profiláctica y 24 hrs después, si se trata de dosis terapéuticas (Enoxaparina 1mgr/Kg cada 12 horas, Enoxaparina 1,5mgr/Kg al día) (Grado 1C).
  •  Esquema de dos dosis al día: Los pacientes que recibirán en el postoperatorio dos dosis de HBPM al día poseen mayor riesgo de HE, por lo que la primera dosis debería ser administrada no antes de 24 hrs independientemente de la técnica involucrada y en presencia de adecuada hemostasia quirúrgica. Los catéteres peridurales deberían ser retirados antes de la primera dosis, la que puede ser administrada 2 hrs. después (Grado 1C).
  • Esquema de una dosis diaria: En el postoperatorio, cuando la HBPM se administrará una sola vez día, la primera dosis puede darse 6 a 8 hrs después de realizada la ANA. Los catéteres pueden mantenerse en forma más segura, teniendo presente que deben retirarse 10 a 12hrs después de la última dosis, pudiendo administrar la siguiente dosis 2 hrs después (Grado 1C).
  •  Los pacientes bajo acción de otra droga con efecto anticoagulante como antiplaquetarios o anticoagulantes orales y que además recibirá HBPM poseen mayor riesgo de HE, por lo que se recomienda NO realizar ANA en este grupo de pacientes, independientemente del esquema o dosis de HBPM administrada (Grado 1 A).
  • En el postoperatorio e independientemente del esquema involucrado los pacientes que sufran punciones traumáticas tienen mayor riesgo de HE, por lo que el inicio de la terapia debería ser postergada por 24 hrs (Grado 2C)

Un grupo de riesgo son las pacientes que durante el embarazo presentan déficit cuantitativo o cualitativo plaquetario. Habitualmente durante el embarazo, existe un 20 % de disminución del número de plaquetas, situación que no posee mayor traducción clínica. Sin embargo un 7% evoluciona con recuento plaquetario menor a 150.000x mm3 y entre 1-0.5% con recuento menor a 100.000x mm3.Esto último generalmente se asocia a estados hipertensivos del embarazo, trombocitopenia gestacional o púrpura trombocitopénico idiopático (PTI).
El enfrentamiento de estas pacientes comprende saber si la disminución del número de plaquetas es estático o evolutivo. Habitualmente el recuento plaquetario no varía mucho en trombocitopenia dilucional o PTI, en cambio en los estados hipertensivos del embarazo éste puede disminuir en forma importante, al igual que la calidad de la función plaquetaria. Lamentablemente la evaluación de la función plaquetaria no es fácil, ya que carecemos de pruebas de laboratorio que sean reproducibles y se correlacionen con resultados que nos den clara orientación clínica. Actualmente tromboelastograma y PFA 100 pueden ser orientadores, pero no hay evidencia clínica que correlacione valores con una anestesia peridural sin complicaciones.
La mayoría de los autores no definen un valor de recuento plaquetario seguro para realizar ANA, por lo tanto es necesario realizar un análisis individual considerando la historia y el examen físico, sobre todo en pacientes preeclámpticas en quienes el compromiso plaquetario es cuantitativo y cualitativo. Con recuentos plaquetarios sobre 100.000 x mm3 y evidencia clínica de una hemostasia adecuada, se puede realizar APC y subaracnoidea en forma menos riesgosa, realizando una técnica lo menos traumática posible. Probablemente entre 100.000 y 80.000 xmm3 la anestesia subaracnoidea en dosis única, es menos riesgosa que una APC. Si se decide realizar esta última opción para analgesia en el  trabajo de parto, debe realizarse un exhaustivo análisis del riesgo/beneficio en cada paciente en particular y decidiendo el mejor momento en trombocitopenias evolutivas. La práctica de ANA en pacientes con recuentos menores a 80.000 xmm3 traduce un riesgo mayor de HI y no se debería realizar APC.

Estas pacientes deben ser estrechamente vigiladas en el período postoperatorio del punto de vista neurológico.